Fernando Alonso Pérez, Decano de la Facultad de Enfermería de Gijón. Diplomado en Enfermería, especialista en Logopedia, Licenciado en Psicología y Doctor en Psicología por la Universidad de Oviedo. Profesor de la facultad de Enfermería desde el año 2011. Anteriormente, desempeño durante más de veinte años labores asistenciales y de gestión en el ámbito de la AP. Decano de la facultad desde el año 2014.
-Están de aniversario. 50 años de historia ¿Haga un breve recorrido por el pasado?
La historia de la Facultad de Enfermería de Gijón está estrechamente ligada a la evolución de la enfermería, del sistema sanitario asturiano y de la propia Universidad.
En 1975 se autorizó provisionalmente el funcionamiento de la Escuela de Ayudantes Técnicos Sanitarios Femeninos de la Residencia Sanitaria José Gómez Sabugo de Gijón, dependiente del Instituto Nacional de Previsión, y un año más tarde, en 1976, se creó oficialmente la escuela. Por tanto, este aniversario conmemora cincuenta años desde que comenzaron a formarse las primeras enfermeras en nuestro centro, un acontecimiento que marcó el inicio de una trayectoria de compromiso con la profesión y con la sociedad asturiana.
Con el tiempo, aquella escuela fue evolucionando hasta convertirse en un centro universitario plenamente consolidado, que imparte un grado de cuatro años equiparable al resto de titulaciones universitarias. A lo largo de su historia, la Facultad ha tenido distintas sedes y ha mantenido siempre una estrecha vinculación con el Hospital Universitario de Cabueñes, que ha sido y continúa siendo un referente esencial en la formación práctica de generaciones de profesionales. En 2014 adoptó su actual denominación de Facultad de Enfermería de Gijón, en el marco de la reorganización de los centros universitarios de la Universidad de Oviedo.
Dos momentos fueron especialmente decisivos en su desarrollo: la integración de los estudios de enfermería en la Universidad como diplomatura de tres años en 1978, y la posterior implantación del Plan Bolonia, que supuso la transición al grado y la adaptación al Espacio Europeo de Educación Superior.
En estas cinco décadas, la Facultad ha incrementado su número de estudiantes —que hoy supera los 300—, ha renovado y cualificado su profesorado y ha apostado por la innovación docente, la investigación y la incorporación de nuevas tecnologías. Pero, por encima de todo, ha mantenido una identidad propia, basada en el compromiso con la profesión y en una estrecha relación con el sistema sanitario asturiano. Esa cultura compartida, orientada al liderazgo enfermero y a la excelencia en el cuidado, sigue siendo hoy su mayor fortaleza.
-¿Qué actos tienen previsto para festejar el 50 aniversario de la
Escuela?
A lo largo de este curso académico
celebraremos diferentes actividades para conmemorar el cincuentenario. Dentro
de unos días presentaremos el logotipo del 50 aniversario, que más adelante
pasará a ser la imagen institucional de la Facultad, así como un vídeo
conmemorativo que recoge, en formato audiovisual, parte de nuestra historia y
los testimonios de quienes la han hecho posible.
El acto central será un evento
institucional, en el que esperamos contar con una amplia representación de la
sociedad asturiana, de la ciudadanía y de quienes han formado parte de la
historia del centro: antiguos profesores, estudiantes y personal vinculado a la
Facultad.
También estamos preparando una exposición
de material sanitario histórico y otros elementos que nos ayudarán a situarnos
en el contexto de 1975, y que permitirá hacer un recorrido visual y emocional
por estos cincuenta años de historia. La intención es que esta muestra pueda
itinerar por distintos espacios de Gijón y, si es posible, también fuera de la
ciudad.
Queremos, además, que los estudiantes
actuales participen activamente en la conmemoración, a través de actividades
vinculadas a la cooperación, la solidaridad y el compromiso social. Y, más allá
de lo estrictamente sanitario, algunas propuestas tendrán un componente
cultural y simbólico, que nos invitará a reflexionar sobre el paso del tiempo,
evocando emociones y recuerdos compartidos.
-¿Cómo se presenta el futuro?
El futuro se presenta como una etapa
de transformación y de nuevas oportunidades. En el horizonte se vislumbran
varios cambios que van a modificar de forma significativa la situación de los
estudios de enfermería, tanto a nivel general como en lo que concierne a
nuestro propio centro.
Por un lado, está la inminente llegada de
universidades privadas a Asturias, un contexto que exigirá reforzar la
identidad y la excelencia de la formación en la universidad pública.
En el ámbito académico, la revisión del
plan de estudios del Grado en Enfermería de la Universidad de Oviedo constituye
una oportunidad para dar un nuevo impulso a la titulación. Este proceso debe
servir para adaptar los programas formativos al actual campo disciplinar de la
enfermería —tal como recogen las directrices nacionales recientes— y, sobre
todo, para responder a las competencias que necesitan las enfermeras y
enfermeros del presente y del futuro, en un entorno profesional cada vez más
complejo, tecnológico y global.
Y, en lo que respecta a nuestro centro, el traslado a la nueva sede en el recinto de La Laboral abrirá una etapa ilusionante. Este cambio supondrá una oportunidad para crecer, modernizar los espacios y seguir impulsando la innovación docente, siempre con el compromiso de formar profesionales excelentes, comprometidos con el cuidado y con la salud de la comunidad.

-En la Facultad de Enfermería de Gijón hay este año 301 alumnos
–una cifra que se mantiene estable desde hace años- , pero continuamente se
habla de escasez de profesionales sanitarios ¿Hay posibilidad de formar a más
enfermeras en los próximos años?
Es un debate abierto desde hace
tiempo, no solo en Asturias sino también a nivel nacional. De hecho, algunas
comunidades autónomas ya han incrementado la matrícula en sus universidades con
el fin de responder a la escasez de profesionales sanitarios, y en este momento
el Ministerio estudia la posibilidad de financiar un aumento adicional de
plazas, como anteriormente se hizo en Medicina.
En nuestro caso, la Facultad de
Enfermería de Gijón ya incrementó en un 10% la oferta de nuevo ingreso en el
curso 2022-2023, y por el momento no se prevé un nuevo aumento. Consideramos
que el número actual de estudiantes se ajusta muy bien a nuestra capacidad
docente, garantizando una formación de calidad y una adecuada tutorización,
tanto en las aulas como en las prácticas clínicas.
Además, la próxima implantación de
universidades privadas en Asturias va a modificar de manera sustancial este
escenario. Será importante que la expansión de la oferta formativa vaya
acompañada de un análisis sobre la capacidad real del sistema sanitario para
acoger estudiantes en prácticas, un aspecto esencial para mantener la calidad y
la seguridad de la formación.
-¿En qué estado se encuentra la mudanza de la Escuela a la Laboral?
Actualmente ya se ha elaborado el
plan funcional y el proyecto se encuentra en fase de redacción, con el objetivo
de sacarlo próximamente a licitación.
Se trata de un paso muy importante para
la Facultad, ya que las nuevas instalaciones permitirán disponer de espacios
más amplios, modernos y adaptados a las necesidades actuales de la docencia y
la investigación, lo que sin duda supondrá una oportunidad para seguir
creciendo y fortaleciendo la formación en enfermería.
-¿Qué retos afronta la nueva facultad?
Creo que la Facultad está en una
buena dirección en este momento. Tenemos clara nuestra misión y sabemos hacia
dónde debemos avanzar.
A corto plazo, uno de nuestros
principales retos es revisar, junto con el Grado que se imparte en la Facultad
de Medicina y Ciencias de la Salud, el plan de estudios, para adaptarlo al
nuevo ámbito de conocimiento de la enfermería. Este plan debe responder a los
cambios sociales, las nuevas necesidades sanitarias y de cuidados, los avances
tecnológicos y las transformaciones del sistema sanitario.
Además, el traslado a la nueva sede en el
recinto de La Laboral supone una gran oportunidad para crecer, modernizar la
infraestructura y potenciar la innovación docente y la investigación. 
Este proceso de cambio se complementa con el impulso a la investigación, la simulación clínica y la posibilidad de aprovechar nuestra ubicación en plena “milla del conocimiento” para fomentar las sinergias entre instituciones y promover la participación de los profesionales en proyectos de innovación tecnológica. Todos estos elementos marcan el horizonte hacia el que queremos avanzar como Facultad.

-¿La llegada de la universidad privada se ve como una amenaza?
No, en absoluto. No consideramos que
la llegada de universidades privadas vaya a tener un impacto negativo en el
Grado en Enfermería de la Universidad de Oviedo. Nuestra titulación está
plenamente consolidada y cuenta cada año con una alta demanda, quedando fuera
centenares de aspirantes por el límite de plazas. Es previsible que esa demanda
no cubierta sea la que alimente la matrícula de los nuevos centros privados,
sin afectar a la oferta pública.
Más que una amenaza, lo vemos como una
oportunidad para seguir mejorando y reforzar la calidad de nuestra enseñanza,
consolidando el valor de la formación pública, vinculada al sistema sanitario y
comprometido con la sociedad.
-¿Qué relación mantienen con el Colegio de enfermería de Asturias y
su Junta de Gobierno?
La relación con el Colegio de
Enfermería de Asturias y su Junta de Gobierno es muy buena, tanto a nivel
personal —con su presidente y equipo directivo— como en el plano institucional.
Compartimos misión y visión, así como un mismo compromiso con el desarrollo de
la profesión y la mejora de los cuidados.
El Colegio constituye, además, una vía de
conexión natural entre la Facultad de Enfermería y el entorno de la Milla del
Conocimiento, especialmente a través de Gijón Impulsa, que actúa como punto de
encuentro para la innovación y el emprendimiento.
En este sentido, el CuidaLab del CODEPA
desempeña un papel muy relevante, al crear redes con empresas del ámbito
tecnológico y facilitar el contacto entre estudiantes, profesionales de
enfermería y el tejido empresarial. Gracias a esta colaboración, nuestros
estudiantes pueden presentar sus ideas y proyectos innovadores, explorar su
viabilidad y, en algunos casos, darles continuidad en el ámbito profesional.
Nuestra intención es seguir estrechando
vínculos para impulsar nuevas iniciativas conjuntas, especialmente en los
ámbitos de la innovación, la formación y el liderazgo enfermero, que
contribuyan a fortalecer la profesión y a dar visibilidad al papel de la
enfermería en la sociedad asturiana.
-¿Qué le parece la nueva sede colegial?
Personalmente, me gusta mucho. Es un
espacio moderno, luminoso y funcional, que refleja muy bien la evolución de la
profesión enfermera y la proyección que hoy tiene en la sociedad. Representa un
salto cualitativo importante, no solo en términos de infraestructura, sino
también como símbolo de apertura y cercanía hacia la ciudadanía y los propios
colegiados.
Creo que encarna muy bien el estilo del
Colegio actual y de su Junta de Gobierno, comprometidos con abrir la
institución a los profesionales, fomentar la participación y fortalecer el
sentido de pertenencia a la profesión enfermera.
Además, ofrece mejores condiciones para el trabajo del Colegio y sus servicios, creando un entorno más accesible, acogedor y confortable. En conjunto, esta nueva sede no solo mejora los recursos del Colegio, sino que refuerza su papel como punto de referencia para la profesión.
