Pilar Mosteiro Díaz: Catedrática de Universidad de Enfermería en el Departamento de Medicina, Área de Enfermería de la Universidad de Oviedo. Diplomada en Enfermería, Licenciada y Doctora en Psicología.
Ha trabajado como enfermera asistencial en la UVI del Hospital Universitario Lucus Agusti de Lugo, enfermera de cirugía pediátrica, supervisora de una unidad de tocología, supervisora de oncología pediátrica en el Hospital Universitario Central de Asturias de Oviedo.
Docente en Grado en Enfermería y Máster. Ha dirigido 17 tesis doctorales, 8 de ellas internacionales. Ha publicado en torno a 90 publicaciones, más de la mitad en primer cuartil.
Dirige el Máster Universitario en Enfermería de urgencias y cuidados críticos de la Universidad de Oviedo desde hace 14 años.
Entrevista:
Pregunta -Ha sido nombrada catedrática de Enfermería de la Universidad
de Oviedo, convirtiéndose así en la primera enfermera que alcanza este nivel en
dicha universidad. ¿Qué supone este logro para el colectivo de enfermeras de
esta región?
Respuesta -Efectivamente. Creo
que supone un punto de inicio y que a partir de ahora habrá más.
P -Su tesis doctoral versó sobre la eficacia del apoyo psicológico en
la prevención de los trastornos depresivos después del parto ¿Qué conclusiones
ha sacado al respecto en nuestra región?
R -¡Uf!, hace ya muchos años de
esto, defendí mi tesis en enero de 1994, más de 30 años. Las conclusiones de mi
tesis no difieren mucho de lo que se concluye en estudios similares en la
actualidad. Fue una pena que no se hayan incluido psicólogos en la atención a las
mujeres porque muchos de esos trastornos se podrían prevenir.
En los resultados de mi
investigación del doctorado recuerdo muy bien que agradecí ser enfermera
también ya que muchos de los problemas que se relacionan con mayor
predisposición a presentar trastornos depresivos después del parto, se podrían
atenuar con apoyo informacional y psicológico ya que en la mayoría de las
mujeres los trastornos depresivos se asociaron a dificultades en los cuidados
del recién nacido y a problemas relacionados con la lactancia materna. En este
caso también me ayudó ser enfermera y poder poner en práctica los resultados de
mi investigación ya que en ese momento trabajaba como supervisora en una unidad
de obstetricia.
P -¿Sigue siendo un tabú la depresión post parto?
R -En absoluto, de tabú nada, es
una realidad. La depresión postparto, que yo prefiero llamarle trastornos
depresivos del puerperio ya que en general depresión postparto se le suele
llamar a todos los trastornos depresivos del puerperio y hay muchas diferencias.
Dentro de estos trastornos nos podemos encontrar con las tristezas
maternales o blues puerperales que son muy leves, con alta incidencia,
pero ceden solas, no precisan tratamiento, aunque con apoyo desaparecen más
rápido. La depresión postparto de moderada intensidad, que afecta
en torno al 8-20 % de las mujeres sanas y, en el otro lado está la depresión
grave y la psicosis puerperal, que precisan de atención psicológica y
psiquiátrica.
Quiero creer que se tiene cada
vez más sensibilidad con este problema, pero aún se necesita insistir más. En
la actualidad hay muchos embarazos en mujeres mayores de 35-40 años y también
por técnicas de reproducción asistida que sabemos que en estos casos son más
vulnerables y con mayor riesgo de presentar trastornos depresivos en el
puerperio inmediato y tardío. Es preciso abordarlo.
P -¿Cómo puede ayudar a la enfermera/matrona ante este problema?
R -Tanto la enfermera como la
matrona están en una situación privilegiada para ayudar a detectar y atenuar
los efectos de los trastornos depresivos del puerperio, en primer lugar, dando
información adecuada de los cuidados del recién nacido, lactancia, prestando
apoyo y disponibilidad. En algunos casos como la psicosis puerperal es vital
detectarlo lo antes posible para poder tratarlo, hacerse cargo de los cuidados
del recién nacido y colaborar con la familia.
P -¿Por qué es importante que existan enfermeras catedráticas?
R -Creo que es importante porque
significa que la enfermería avanza y se puede llegar hasta lo más alto desde
enfermería.
Hasta Bolonia, en el 2008, las
enfermeras éramos diplomadas, pero no teníamos acceso a un máster ni a un
doctorado, los que somos doctores es porque somos doble tituladas, con otra
licenciatura. A partir de los nuevos estudios de Grado, se puede acceder a un
máster oficial y con 300 ECTS al doctorado.
P -¿Qué cambios se han llevado a cabo en los últimos años respecto a la
formación de los enfermeros y a los diferentes tipos de profesorado?
R -Hasta el año 2012-2014 no se
graduaron los primeros enfermeros de la generación Bolonia. Hasta ese momento
la formación de enfermería se llevaba a cabo en las Escuelas Universitarias de
Enfermería y los estudios tenían 3 años de duración.
Respecto al profesorado convivían
profesoras titulares de Escuela Universitaria y Catedráticos de Escuela
Universitaria que en la mayoría de las ocasiones estas cátedras de Escuela las
ocupaban otros profesionales doctores como médicos, psicólogos, otros.
Con el cambio, la titulación de
enfermería pasó a 4 años (240 ECTS), pudiendo realizarse un máster de 60 ECTS
de un año de duración y con la posibilidad de acceso al doctorado si se tenían
300 ECTS de formación académica.
Al pasar los estudios a Grado,
las Escuelas Universitarias pasaron a denominarse Facultades de enfermería, de
ciencias de la salud, etc. En la Universidad de Oviedo su denominación es
Facultad de Medicina y Ciencias de la Salud en la que se imparten estudios de
enfermería, fisioterapia, medicina y odontología.
Respecto a las figuras de
profesorado, en la actualidad hay varios tipos que paso a detallar a
continuación:
Profesores asociados de
ciencias de la Salud, que las ocupan enfermeros que trabajan en los
hospitales y o centros de salud, donde realizan prácticas clínicas los
estudiantes de nuestra facultad. Se convocan las plazas por concurso de
méritos, con una dedicación de 3 horas semanales y su función principal es
tutorizar las prácticas clínicas. Esta categoría de profesorado es la única que
no necesita de acreditación por la ANECA.
El resto de las categorías
precisan tener un informe favorable por la Agencia Nacional de Evaluación de la
Calidad y Acreditación (ANECA), que se encarga, entre otras cosas, de evaluar y
acreditar las diferentes figuras de profesorado.
Profesor ayudante doctor, profesor
laboral interino (hasta hace poco Profesor contratado doctor) y las figuras
de Profesor titular de universidad y catedrático de universidad.
Una vez que un profesor está acreditado de una de las figuras, la universidad
puede convocar plazas y se puede acceder a participar en el concurso oposición.
En mi caso era profesora titular
de universidad desde hace 16 años y opté a la Cátedra de Universidad en un
concurso oposición el pasado 13 de noviembre de 2024.
P -¿Cómo motivaría a sus colegas para tal fin?
R -En la actualidad hay muchos
enfermeros que ya son doctores y les gusta la docencia, el primer paso es hacer
el doctorado. Ciertamente la carrera académica es muy larga, pero se puede
conseguir.
P -¿Cómo ve el futuro de la profesión en Asturias?
R -En Asturias estamos en un buen
momento a pesar de que la pandemia hizo mucho daño y hay muchos problemas de
salud mental que deben ser abordados. Los enfermeros como otros profesionales
sanitarios han estado en una situación muy estresante y esto pasa factura.
Por otro lado, se ha conseguido
el nivel académico de Grado y ahora, el siguiente paso es el reconocimiento a
nivel profesional de grupo A que seguro que se alcanzará.
P -¿Cómo ve actualmente al Colegio de Enfermería de Asturias?
R -Me parece que es un colegio
cercano, moderno, que trata de estar al día, fomentando la cooperación y ayuda
a la investigación y eso siempre es bueno y se agradece.
P -Según su criterio ¿Qué áreas habría que reforzar para fortalecer al
colectivo de enfermeras?
R -En la actualidad estamos
empezando a ver algunas cosas que algunos ya hemos vivido. En mi modesta
opinión creo que no se debería entrar en conflicto especialistas/no
especialistas. Hay muchos enfermeros que han estado formándose, dando lo mejor
de su trabajo, colaborando en la formación de especialistas y, no es justo que
ahora se pretenda que de repente se vayan todos fuera. Creo que es necesario
que se pida que las especialidades tengan su puesto de trabajo asignado
como las matronas, pero con un periodo de adaptación paulatino en el que puedan
convivir ambos, para evitar conflictos que perjudican a los pacientes y también
a los profesionales creando malestar.