Rebeca García García es graduada en Enfermería
por la Facultad de Enfermería de Gijón, vinculada a la Universidad de Oviedo.
Desarrollo el desempeño de su profesión como enfermera en Consultas Externas de
Pediatría del HUCA, en la
categoría de Enfermera Especialista en
Pediatría.
-La Diabetes en niños ¿Cómo detectarla y tratarla a tiempo?
-En general, su inicio viene marcado por una hiperglucemia franca, acompañada de los síntomas clásicos de falta de insulina como son la poliuria, polidipsia, polifagia y pérdida de peso. Una característica específica de presentación en los niños pequeños es la enuresis secundaria debido a la nicturia, de modo que, aunque ya tuviese control de esfínteres, comienzan a orinarse en la cama de nuevo. También, se puede acompañar de cambios en el carácter del niño, que se vuelve apático o irritable. Si avanza la insulinopenia, se origina una descompensación metabólica grave con aumento de cuerpos cetónicos en sangre llegando incluso a la cetoacidosis sino se inicia de forma rápida el tratamiento con insulina. En estos casos, los síntomas pueden ser inapetencia, vómitos y dolor abdominal, llegando a deshidratación, alteraciones respiratorias, tendencia al sueño y disminución progresiva de la conciencia. Es importante estar atento para detectar los síntomas iniciales y hacer el diagnóstico en fases tempranas.
- ¿En tu día a día qué perfil de niño con diabetes es más
frecuente?
-En la infancia y adolescencia, el 90% de los casos
que se presentan son de DM1 debido a un déficit de producción de insulina de
origen autoinmune. Pero no todas las diabetes que aparecen en la infancia son
DM1. La Diabetes Mellitus tipo 2, que afecta habitualmente a personas adultas,
en niños y adolescentes está asociada a obesidad, debida a una resistencia a la
insulina y está más relacionada con el estilo de vida (alimentación,
sedentarismo y sobrepeso). Además, hay otras formas mucho menos frecuentes,
como la diabetes monogénica, conocida como MODY, que se produce por un problema
genético, la diabetes que se produce como consecuencia de otras enfermedades
que destruyen el páncreas (Fibrosis Quística), o la asociada a la
administración de algunos fármacos (corticoides), o la diabetes neonatal.
En mi día a día el perfil de niños a quienes presto atención y cuidados de manera habitual tiene DM1. Actualmente hago seguimiento a alrededor de 140 menores, con una incidencia anual de entre 10/12 casos nuevos al año.
-¿Cómo es el manejo y el seguimiento del niño con
diabetes?-
-La base del manejo de la diabetes es la educación
terapéutica desde el inicio del diagnóstico como parte fundamental del
proceso. Para ello utilizamos herramientas como son los programas de
educación estructurada, en los cuales se incluyen pautas sobre control de
la glucemia, administración de la insulina, alimentación equilibrada y contaje
de raciones, manejo del ejercicio (aspecto muy importante en la infancia y
adolescencia), manejo y tratamiento de las complicaciones agudas (hipoglucemia
e hiperglucemia). Asimismo, no debemos olvidar las necesidades emocionales
desde el momento del diagnóstico y a lo largo de las distintas etapas
evolutivas de una enfermedad crónica como esta.
Hay que considerar la edad al debut, el tiempo de evolución de la enfermedad, así como sus preferencias y estilo de vida, para establecer o modificar el tratamiento en los diferentes momentos (diagnóstico, seguimiento, inicio de una terapia nueva…).
Una peculiaridad del manejo de la diabetes en la edad pediátrica a tener en cuenta es que, aunque el tratamiento de la diabetes per se no difiere al de la edad adulta, la educación terapéutica va dirigida fundamentalmente a los padres y cuidadores, ya que ellos serán los responsables finales de asumir el manejo del tratamiento hasta que el menor crezca y sea lo suficientemente maduro para asumir esa responsabilidad.
La edad y la etapa evolutiva del niño marcarán el ritmo de aprendizaje en la adquisición de herramientas necesarias para un manejo óptimo de la enfermedad.
La actitud y formación de los padres y la habilidad en el traspaso progresivo de responsabilidades son claves para conseguir que el niño/adolescente llegue a la etapa adulta sabiendo autogestionar correctamente su diabetes con el menor número de complicaciones y con la mejor calidad de vida.
- ¿Cuál es el tratamiento más habitual en estos casos?
-Tras la detección de la diabetes se debe iniciar de inmediato el tratamiento con insulina. El tratamiento convencional se realiza mediante la administración diaria de inyecciones subcutáneas de insulina varias veces al día, combinando insulinas de acción lenta (a la misma hora del día para mantener la glucemia basal estable) e insulinas rápidas (antes de las comidas para metabolizar los hidratos de carbono presentes en los alimentos) lo que se denomina pauta bolo-basal de múltiples dosis de insulina (MDI) y se ajusta el tratamiento, teniendo en cuenta los valores de glucosa.
Las nuevas tecnologías han cambiado el manejo actual de la diabetes. Actualmente existen sistemas que facilitan el control glucémico y mejoran la calidad de vida en el día a día de los pacientes con diabetes, son los sistemas híbridos de asa cerrada, también conocidos como páncreas artificial, consisten en una bomba de insulina asociada a la monitorización continua de glucosa en tiempo real. Estos dispositivos llevan un algoritmo incorporado que recibe información del sensor que monitoriza los niveles de glucosa de manera continuada y va ajustando en tiempo real las necesidades de insulina a infundir en función de los valores de glucosa y la tendencia de esta en cada momento. Con este sistema se consigue mantener unos niveles de glucosa en rango (70-180 mg/dl) para minimizar las hipoglucemias e hiperglucemias. Se denominan sistemas híbridos ya que, a pesar de todo lo anterior, no son totalmente automáticos y se hace necesario estimar los carbohidratos ingeridos antes de administrar los bolos preprandiales de insulina.
En nuestra Unidad de Endocrinología y Diabetes infantil del HUCA, un 45 % de los menores se están beneficiando de esta terapia.
-Hacia dónde camina la sociedad, ¿Crecerá la población
afectada en un futuro?, ¿Los fármacos paliarán esta patología? ¿Cuándo habrá
una cura definitiva para los distintos tipos de diabetes?
Aunque se habla mucho de la curación de la diabetes tipo 1, aún
queda mucho camino por recorrer. Existen diversas líneas de investigación como
el páncreas artificial, el trasplante de islotes o la terapia celular.
La inmunoterapia se perfila como la alternativa de futuro más cercana para controlar el avance en fases tempranas de la diabetes y retrasar la necesidad de insulina. Además, hay que tener en cuenta que las investigaciones, los ensayos clínicos, los nuevos fármacos primero son aprobados para adultos y tardan más en llegar a la población infantil.
Para la diabetes tipo 2 es fundamental su prevención ya desde la infancia y la adolescencia promoviendo estilos de vida saludables (alimentación, ejercicio, control del peso).
Ojalá ese futuro prometedor de una curación está cada vez esté más cerca.